El embarazo es una fase donde tu organismo va a experimentar muchos cambios. Una de las consecuencias puede ser la aparición de varices y arañas vasculares. Resolvemos tus dudas.



¿Qué son las varices?

Las varices son venas que sufren ensanchamientos y se retuercen. Normalmente se encuentran en la parte inferior de las piernas y dificultan la circulación de la sangre. La raíz del problema se encuentra en las válvulas del interior de las paredes venosas, que funcionan mal y no son capaces de hacer llegar la sangre desoxigenada de vuelta al corazón. Estas venas son casi siempre de un color azul y se hacen muy visibles. Durante el embarazo es común que se generen en la zona vulvar. Sin llegar a causar tanto dolor, también se pueden dar arañas vasculares. Son de menor tamaño, no tienen el relieve de las varices y presentan un color rojizo.

 

¿Por qué aparecen las varices en el embarazo?

Se dice que alrededor de un 30% de las mujeres embarazadas sufren varices en el primer embarazo y hay más probabilidades de que aparezcan en el segundo embarazo. La propia constitución de cada persona es un factor determinante, igual que el estilo de vida y la genética. De todos modos, hay tres razones propios del embarazo que explican esta circunstancia:

  • Aumento del volumen de sangre. El cuerpo requiere de más sangre porque tiene que hacer la función de intermediaria entre el bebé y los nutrientes y el oxígeno. Se llegan a acumular entre uno y dos litros más de lo normal, y este incremento hace que las venas se engrandezcan, pudiendo ocasionar daños en las válvulas.
  • Incremento de peso. El bebé, a medida que va creciendo en la barriga de la madre va ejerciendo presión sobre los vasos sanguíneos pélvicos. Esto puede alterar el flujo normal de sangre.
  • Cambios hormonales. Los efectos de la progesterona y los estrógenos también pueden perjudicar los vasos sanguíneos y provocar que algunas de las venas de la pelvis y de las piernas se hinchen, dificultando así el retorno venoso.

 

¿Cómo sé si tengo varices durante el embarazo?

Las varices son venas con relieve y se hacen muy visibles en todas las zonas que suelen aparecer. Es muy posible que te fijes en ellas sin notar aún dolor. Sin embargo, el síntoma más perceptible es el dolor de piernas. Es muy probable que tengas sensación de pesadez y un evidente hinchazón en los tobillos. También debes controlar tu zona vulvar porque es una de las zonas donde las venas son más vulnerables durante el embarazo. Apóyate de tu médico y deja que examine tus extremidades.


¿Cómo aliviar el dolor de las varices en el embarazo?

Hay algunas medidas que puedes tomar para que tu calidad de vida no se vea tan afectada debido a la aparición de varices o arañas vasculares:

  • Usa calcetines compresivos: estas prendas presionan levemente las piernas de forma gradual. El punto de máxima compresión se encuentra en el tobillo y se va reduciendo hasta llegar a la rodilla. Este sistema es muy eficaz para que las venas afectadas se opriman y, por lo tanto, las válvulas internas puedan mejorar el retorno venoso.
  • No estés muchas horas de pie: Cuando lo haces asumes mucho más riesgo de hinchazón y pesadez en las piernas. Las válvulas afectadas van a ser insuficientes para retornar al corazón la sangre que corre por las venas si mantienes esta postura demasiadas horas seguidas. Tampoco es bueno que estés mucho tiempo sentada, especialmente con las piernas cruzadas.
  • Haz actividad física: Siempre y cuando la exigencia esté controlada y el deporte en cuestión no ponga en peligro ni tu salud ni la del bebé. Algunos de los más recomendados durante el embarazo son la natación o la yoga. Aquí puedes aprender lo básico para iniciarte en el yoga para embarazadas.
  • Evita altas temperaturas: El exceso de calor puede provocar que las venas y las arterias se dilaten. Ve con precaución en días calurosos de verano y prohíbete hacer saunas.
  • Eleva las piernas cuando duermas: Hay colchones que te permiten subir la parte final con el objetivo de que tus piernas estén ligeramente elevadas. También puedes hacerlo con cojines. Esta posición permitirá que la sangre de retorno fluya con más facilidad.
  • Hazte duchas de agua fría: Son muy beneficiosas para la circulación. Hacerlo por la mañana te ayudará a empezar el día sin molestias.
  • Vístete cómoda: Es importante que tu zona pélvica no se vea presionada por cinturones muy apretados. Trata, también, de evitar zapatos de tacón.

En definitiva, la aparición de varices y arañas vasculares durante el embarazo es difícil de prevenir. Hay probabilidades de que te toque sufrirlas, y más si ya has estado embarazada anteriormente. Pero tranquila, tienes una serie de medidas para aliviar el dolor que te pueden a ayudarte en tu día a día: la actividad física, los calcetines compresivos o evitar estar de pie muchas horas al día es básico.

La mejor noticia es que después del parto es muy habitual recuperar el flujo sanguíneo habitual en ti. ¡Podrás volver a la normalidad!